Del 16 al 29 de agosto, tres egresados de la Universidad de Piura y del Instituto Confucio de esta casa de estudios, vivieron la experiencia de este campamento de verano para jóvenes.
Por Elena Belletich. 06 septiembre, 2023.Luis Fernando Chero Estrada, Claudia Raquel Pineda Soberón y Juan Diego Carbajal Mauricio fueron seleccionados, como becarios, para participar en el “Campamento de Verano para jóvenes de países pertenecientes a la iniciativa Una franja, una ruta”, desarrollado en Pekín y Chengdú, ciudades de China. Los jóvenes vivieron esta experiencia junto a otras personas procedentes de Portugal, Bulgaria, Grecia, Croacia, Fiyi, entre otros países. Los becarios son egresados del Instituto Confucio de la Universidad de Piura.
Para Fernando Chero, “el afán de la República Popular China por integrar naciones alrededor del mundo se vio muy bien reflejada en el evento que tuvo como protagonista al chino mandarín. Fueron días muy arduos, pero de constante aprendizaje de esta antiquísima cultura. Rescato mucho la organización y la amabilidad de todos los participantes, un mosaico de culturas y de fraternidad”.
Este campamento, denominado oficialmente “2023 Chinese Bridge Summer Camp for Youths of the Belt and Road Initiative Partner Countries”, fue financiado por el Centro para la Cooperación Lingüística y Educativa (CLEC), en cooperación con la Universidad de Finanzas y Economía del Suroeste (SWUFE).
Los becarios, quienes se alojaron en la SWUFE, estuvieron en Pekín del 16 al 19 de agosto; y, en Chengdú, del 20 al 29 de agosto de ese mes. Por el Perú, también participó una estudiante del Instituto Confucio de la Universidad Ricardo Palma.
Claudia agradece mucho la oportunidad de CLEC y la Universidad SWUFE por su acogida y la atención que tenían con los estudiantes extranjeros. “Aunque éramos de culturas diferentes, teníamos en común ser alumnos de chino mandarín; los voluntarios y profesores eran muy atentos y siempre nos ayudaban con nuestra pronunciación y a sentirnos cómodos mientras conocíamos con mucho entusiasmo su cultura. Aunque dos semanas parece poco, hemos podido practicar in-situ el idioma en dos ciudades diferentes, además de disfrutar mucho de su cultura milenaria”.
El programa incluyó clases de chino mandarín, talleres culturales de kung fu, canto, pintura, manualidades chinas (papel recortado y nudo chino), la ceremonia del té y visitas culturales a lugares emblemáticos de las ciudades mencionadas como el Palacio de Verano, la Muralla China, la sede central CLEC, la base de pandas, entre otros.
“Viajar a China para participar de este campamento de verano ha sido una experiencia enriquecedora. No sólo me ha dado la oportunidad de seguir practicando y mejorando mi chino mandarín a través de las clases del idioma, sino que, sobre todo, me ha permitido experimentar de primera mano la cultura e historia china. En estas dos semanas, me ha encantado visitar la Gran Muralla china, recorrer los Hutong (callejones antiguos) de Beijing, probar la gastronomía de Sichuan, así como también, poder compartir todos estos momentos junto a compañeros y amigos de distintas partes del mundo”, comentó Juan Diego.
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